October 25, 2010

Para quedar todo sucio: Empolvados!

 Es ultra fácil, como la mayoría de las recetas de este blog, porque la idea es acercarlos a la comida y no hacer ver el arte culinario como algo demasiado complejo y sólo para expertos, porque no es así, cualquiera puede cocinar, como en Ratatouille, una de mis películas favoritas (además que ese plato, para un día de invierno, con lluvia y pocos grados... ufffff! perfecto!)
 Bueno, esta receta, como tantas otras de la cocina tipica chilena se la debemos a Don Juan de Arancibia, de quien creo que ya les conté.
 No más entonces, aquí la receta.
Enjoy...

Ingredientes (para 24 empolvados)

6 huevos
180 gr. de azúcar granulada
180 gr. de harina
5 gr. de polvos de hornear
1 kg. de manjar de repostería
azúcar flor
coco rallado


Calentar el horno a 180°C y preparar una bandeja con papel mantequilla.
Con ayuda de una batidora eléctrica, bate todos los huevos y el azúcar granulada hasta que aumente mucho su tamaño, a punto espumoso. Agrega la harina y los polvos de forma envolvente para no eliminar todo el aire que incorporamos al batirlos (o en buen chileno: "para que no te le baje"). Poner esta mezcla en una manga con una boquilla lisa, o sea sin diseño, y sobre la lata con el papel, manguear círculos de la mezcla, no muy grandes y dejando espacio entre ellos, pues en el horno creceran. Hornear por más o menos 12 minutos, y dejar enfriar. Trata de hacer número pares pues necesitas dos tapas por empolvado.
 Esta misma receta servirá para brazos de reina y bizcochos para tortas, a los que les debesponeralmibar para que queden humedos y fresquitos.
 Con manjar (y por favor no poco) juntar dos tapas de los bizcochitos. Trata de poner el manjar al centro para que no se escape por los lados y no apretarlos tantos uno contra el otro.
 Espolvorear con abudante azúcar flor, de ahí el nombre, por supuesto. Finalmente hazlos rodar de lado por el coco rallado, pero sólo si quieres. Si no te gusta el coco puedes pasarlos por nueces molidas o simplemente azúcar flor.
Listo! Viste que fácil era?
Disfrutalos con alguien que esté dispuesto a ensuciarse y comer rico!

October 21, 2010

Con la comida si se juega!


Miren este mural. ¿Qué creen que es? Desde mi punto de vista, cuando lo vi por primera vez, era un simple mural de cerámicas cuadraditas, que un gallo estaba pintando, con pintura común y corriente. Lo encontré bakn, que seco él dije. Esto está pintado por Nathan Wyburn.

 




Bueno, después encontré el closeup, y me di cuenta que era un pan con mermelada, que este chico convirtío en una obra de arte, pues el pintan pan por pan, lentamente!. Lo encontré genial! A mi jamás se me habría ocurrido. Qué increíble hasta donde puede llegar la creatividad y la imaginación verdad... Este es otro aporte de la comida al arte, más allá del aporte cultural y gastroónomico.






Esta foto se parece al Padre Hurtado o no?, y la encontré increíble... Me encanta saber que nuestras mamás estaban equivocadas cuando nos dijeron muy enojadas: "Cómete eso, que con la comida no se juega". Para más información pueden revisar  http://www.elsafari.cl/2010/10/20/pan-y-mermelada/

October 20, 2010

A años luz, pero tal vez algún día...

 Explorando por ahí encontré unas cosas increíbles y me topé con este café, encuentro que la propuesta es increíble. Lamentablemente cuando estuve en NY no fui a este lugar, porque no tenía idea que existía.

 Se encuentra cerca de Grand Central Station, NY, fue diseñado por el estudio de Nemaworkshop, se llama D’espresso y el interior ha sido girado 90 grados, para que la pared parezca piso y al revés. Da la idea de una biblioteca. Esta inspirada en Bryant Park Library. Los de Nemaworkshop "tomaron una librería, y la dieron vuelta". ¿Qué me decí? 



¡Qué ganas de poder ir! Esto es una visita segura en mi próximo viaje a NY, pero que pena tener que viajar miles de kilómetros para encontrar lugares así. ¿Cómo nos veriamos con uno de estos en Alonso de Cordoba? ¿Lastarrias? Espero que tanto no falte, sería perfecto.



Más info: http://www.nemaworkshop.com/#603302/D-espresso

Cardamomo, la mejor de las semillas para un mousse de chocolate...

 Ultimamente no se porque me ha dado con el cardamomo. Es que tiene un olor medio avainillado y como que al final pica, especial, refrescante y muy poco recurrente en la cocina. Asi que lo rescaté y lo ocupe en este Mousse de chocolate blanco, que además tiene un crumble de almendras arriba.
 Y si ustedes creen que le puse una hoja abajito de la copa para decorar, se equivcocan. A veces puede pasar que la copa, sobre un plato de loza se nos resbale, peligroso! Entonces podemos poner una rodajita de limón delgadita, o de pepino, o incluso de zukini, pero preferí esta hojita que encontré en mi jardín, porque es de toronjil de olor, que mi tata Eduardo plantó en mi patio y que ocupamos a veces para unas infusiones demasiado ricas y fresquitas.
 Bueno, este mousse es un poco más complicado que otras recetas que he puesto, pero creo que ya podemos ponerle complejidad a este blog. Además esta receta la inventé anoche mientras volvía del centro, para una amiga que me encargó un postre, y pasé a comprar todo lo que necesitaba al super. La hice bien tarde, tipo 10:30 pm y hoy me di el gustito de probarla a la hora de almuerzo.No es porque sea mi ni mucho menos, pero la encontre rica, espumosa, tiene una textura demasiado suave y como que te explota en la boca cuando la comes.
Aquí va, ya sin nada más que decir, sólo que motivense y pruebenla, que está riquísimo!
Enjoy...
 Ingredientes (para 12 porciones en copas de martini, o margarita, las que tengan)

2 yemas de huevo
50 grs. de azúcar granulada
20 grs. de maicena
250 ml. de leche entera
3 semillas enteras de cardamomo
400 gr de chocolate blanco
250 ml. de crema para batir
1 hoja de colapez

Para el crumble
80 grs. de mantequilla sin sal130 grs. de azúcar granulada
160 grs. de cualquier harina (con o sil polvos)

 Partamos por lo fácil entonces. Para el crumble, mezclamos la mantequilla con el azúcar y el harina, todo junto y frio en un bowl, tratando de hacer una masa arinosa. Cuando esté lista, hacemos unas miguitas con esta masita, que ponemos al horno hasta que estén doraditas y crujientes (el horno a 180°C).

  El mousse. Primero hacemos una pastelera, la que yo siempre hago poniendo a calentar y sin dejar que hierva la leche, junto con las semillitas enteras de cardamomo. En otro bowl ponemos las yemas de huevo, el azúcar y la maicena. Lo mezclamos bien hasta tener una pasta amarilla y homogenea. Entonces, retirando las semillitas de la leche y vertemos el líquido calentito a las yemas y lo batimos, eliminando los grumos y los cristales de azúcar. Ojo! que si la lecher hierve, va a cocinar nuestras yemas y eso no es lo que queremos. Es recomendable que la dejemos a una temperatura de 60°C. ¿Y si no tenemos termómetro? Entonces cuando empieze a soltar vapor, antes de que haga burbujas, ahí están los 60°.
Volvemos la mezcla a la olla, a fuego medio, y con ayuda de una cuchara de palo revolvemos el líquido sin dejar que se pegue al fondo. Cuando empiece a espesar (por acción de la maicena que es una fécula) y podamos ver el fondo de la olla, lo retiramos rapidamente del fuego, lo ponemos en un recipiente frio y a baño maría invertido (agua fria) lo enfriamos. Cuando esté más helado, lo alusamos tocando la superficie de la crema pastelera para que no forme una costra. Refrigerar.
 Por otro lado, la crema fria, la batimos a punto chantilly. Entonces, adicionamos por partes esta crema a la pastelera, de forma envolvente para no disminuir su volumen.
 Derretimos el chocolate blanco a baño maría, y cuando esté completamente líquido, lo añadimos a la mezcla anterior, siempre cuidando de no bajar el aire de nuestro postre.
 Hidratamos el colapez en agua fria, y en un bowl ponemos un moco del mousse, lo llevamos a baño maria, a fuego medio, y lo mezclamos con la hoja de colapez, para que el mousse tenga algo de firmeza extra. Esta parte no va a ser necesaria si la chantilly quedó power y si lo mezclamos como correponde. Volvemos este poco de mezcla al bowl grande y lo incorporamos.
 Repartimos esta mezcla sobre copas de martini (la de la foto) o en realidad la que tengamos. Dejamos enfriar por algunas horas y lyego espolvoreamos con el crumble.
 Yo lo encontré demasiado rico y original, espero que lo disfruten como yo!
Acompañar de una taza de café, ojalá bien amargo y con poca azúcar.

October 16, 2010

Demasiado entretenido, cup cakes de limón con frosting de chocolate y chispas de colores!

 Al fin ya se acaba este semestre, que estuvo ultra intenso, al menos para mi. La tónica de este tiempo ha sido correr. Correr de acá para allá y de allá para acá, a veces ni dejandome tiempo para hacer las cosas que en verdad me gustan.
 Es por falta de tiempo que no pesco mucho mi blog, me encantaría subir un receta todos los días, pero pfffff para eso tendría que darme el tiempo de hacer algo bueno, y como todos sabemos, las cosas buenas no se hacen rápido, y nada que empieza rápido dura mucho.
 La receta de hoy es, como todas las anteriores, rica, y lo bueno de esta es que es como industrial. Salen muuuucho muchos cup cakes con esta receta, y eso es bueno. Además es baratita, porque son cosas que uno siempre tiene en la casa, lo carito aquí sería el frosting, pero se ocupa taaaan poquito que al final da lo mismo, y es tan rico, que la plata ni se siente.
 Esta receta me la recomendó mi profe de pastelería, que es seca, asi que los agradecimientos son para ella, porque no puedo adjudicarme como mio algo que no lo es.
 Yo por mi parte le puse amor, que es mi ingrediente favorito, porque los hice para mi familia. Mis hermanos se los devoraron, y mi mmá estaba feliz porque ama las cositas dulces. A mi viejo tuve que guardarle uno, porque como llega más tarde, nunca le dejan nada al pobre, pero se puso feliz cuando encontró uno de estas deliciosas cositas esperandolo en su velador. Mis nanas se los hicieron chupete también y pa que hablar de mi pololo, que no es dulcero, pero se comió varios. Asi que, como pueden ver, es una receta comprobada, que encanta.
Aquí va entonces, ponganle color y amor.
  Enjoy...

Ingredientes (para 24 grandes, o 48 chiquititos, y si no quieren tantos, hagan la mitad de la receta)

400 gr de mantequilla
400 gr de azúcar granulada
8 huevos
300 gr de harina
2 cucharaditas colmadas de polvos de hornear
ralladura de limón
Papelitos de cup cakes

Frosting de chocolate blanco
150 gr de queso philadelphia
225 gr de chocolate blanco o 150 gr de chocolate bitter

 Calentar el horno a 180°C.
 En un bowl cremar por mucho rato la mantequilla con el azúcar. Se va a ver como una pastita blandita, lista sin grumos. Por otra parte, poner todos los huevos enteros (clara y yema) en un bowl y batirlos un poquito hasta que se mezcle bien la clara con la yema. Entonces en el bowl de la mantequilla, y sin dejar de batir con una batidora electrica, agregar los huevos de a poquito. Batir con ganas hasta que la mezcla parezca una mayonesa.
 Finalmente, agregar la harina y los polvos sirniendola por partes sobre la mezcla, e incorporar con mivimientos envolventes para que la preparación no pierda aire. Cuando la harina este totalmente incorporada, rallar un limón sobre el mismo bowl. Esto se hace para que los aceites naturales de la fruta caigan sobre la mezcla, así queda mucho más rico.
 No si si alguna vez han visto en el supermercado, en la parte de cumpleaños, esos papelitos donde las mamás ponían las bolitas de nuez para los cumpleaños cuando eramos chicos. Esos papelitos se llaman cápsulas, y son botadas de baratas. Sobre estas cositas vamos a poner un poco de la mezcla, llenándola hasta la mitad, porque recuerden que en el horno, y por obra de los polvos de horneas, estos pequeñines van a subir.
 Hornear por más o menos 15 - 20 minutos, siempre mirandolos que no doren demasiado. Si los hicimos chiquitos, van a demorar menos, asi que deben estar pendientes para que no se les pasen y queden secos.
 Cuando ya esten horneados y frios, manguear el frosting sobre los cup cakes. El frosting es muy fácil de hacer. En una bowl pomar, o sea, soltyar el queso philadelphia hasta que esté muy blandito. Por otro lado fundir a baño María el chocolate (blanco o negro, da igual) y cuando este líquido, añadir al queso crema sin dejar de revolver con ganas. Enfriar y disponer en una manga. Luego decorar los cup cakes con el frosting y con chispas de colores para que queden más bonitos.
 Ahora si que terminamos. Te los puedes comer!
 Disfrutar con quien tu quieras, estos son ideales para cumpleaños infantiles o fiestas con niños, porque están llenas de risas!

October 7, 2010

De miles de colores, deliciosos macarrones...

 Un tiempo ya sin subir alguna receta. Miles de cosas que hacer, poco tiempo para el blog. Pero ahora si. Esta receta cumple con las 3 B: buena, bonita y barata.
A mi me encanta, porque es muy entretenida de hacer, rápida y además es colorida si se tiene los elementos necesarios.
Estos macarrones son dulces, distintos a los típicos gringos que más de alguna vez comimos (macaroni and cheese? o más conocido aquí en Chile como Caracoquesos, una delicias tb!)
Estas cositas dulces chiquititas y demasiado ricas no son otra cosa que el clásico merenguito, el que poniamos un poco de amnjar al medio y lo juntabamos con otro, pero este merengue es con almendras. La receta si no me equivoco es francesa, pero se hace un merengue japones. Una vez mas la cocina mezcla lo mejor de cada pueblo y lo pone al serviocio de nuestro paladar.
Bueno sin más cháchara les dejo esta receta, el relleno que les pongo aquí es rico y la verdad es que no falla. Es que, ¿a quién no le gustan las cosas dulces?...
Enjoy...

Indredientes (para muuuuuuchos macarrones jajajaja)

480 gramos de azúcar flor
280 gramos de almendra molida
7 claras de huevo
saborizantes (almedra, vainilla, menta, frutilla, etc)
colorantes (derrepente si el sabor es de frutilla el colorante que puedes elegir es roja para darle congruencia, si no, vuelvete loco)
crema para rellenar (manjar, mi favorito para rellenar cualquier cosa, pero derrepente una crema de chocolate blanco no es malo, les doy la receta de todas formas)
Relleno:
opción 1: 100 gr de queso philadelphia mas 175 gr de chocolate blanco fundio) pomar el queso, cuando este pastoso agregar el chocolate blanco fundido y no dejar de batir con una batidora electrica para incorporar aire. Voilá, muy rico)

Tamizamos el azúcar con las alemndras molidas. tratando de que las almendras sean lo más polvo posible. Por otro lado batimos las claras a nieve con una pizca de sal. Cuando este merengue este firme agregamos la mezcla del azúcar y las almendras de manera envolvente y por partes para evitar quitarle aire a nuestra preparación.
Después agregamos el saborizante que queramos, recuerda que este debe ser en polvo pues si es liquido va a bajar el volumen del merengue. Separamos el merengue en porciones y lo coloreamos con colorantes naturales comestibles.

En una bandeja con papel antiadherente ponemos la masa con ayuda de una manga pastelera realizando formas redondas del tamaño que queremos, pero es aconsejable hacerlos pequeñitos.
Dejamos reposar un cuarto de hora a temperatura ambiente.
Después metemos a 180º en el horno durante 9 minutos aproximadamente.
Los sacamos del horno y los dejamos enfriar por algunos minutos. Luego con la crema de chocolate blanco o manjar, los juntamos de ados haciendo una especia de alfajor.
Finalmente, podemos hacerlos rodar de lado por un poco de almendras molidas para tapar el borde de la crema del relleno.
Disfrutar con alguien como tu mamá, un tecito de rosas y como siempre una conversacion entretenida...